Västerås, de Suecia

 

Västerås [vɛstər'oːs, "vesterós"] es una ciudad situada en la comuna de Västerås, en Suecia central, a unos 100 kilómetros al oeste de Estocolmo, en la provincia de Västmanland. Es la capital de la Provincia de Västmanland, y del obispado y la comuna de Västerås. La ciudad tiene aproximadamente 138.700 habitantes (2011) y es la quinta ciudad en población de Suecia.

 

 

La ciudad se encuentra circundada por vastos bosques de coníferas al Norte, Este y Oeste, dejando al sur el lago Mälaren con el que hay conexión marítima hasta el mar Báltico. La altitud en la ciudad se sitúa entre 40-60m sobre el nivel del mar con un máximo de 65 metros. El paisaje es de roca primaria muy plano y muy resquebrajado en el que se alternan campos, bosques y lagos. Asimismo dentro del área metropolitana se encuentra el río Svartån que desemboca en el lago Mälaren donde se encuentran tres áreas portuarias: al suroeste, el puerto Industrial y comercial destinado al transporte marítimo; y al sur y suroeste dos puertos que conforman el área recreativa más grande de Escandinavia destinada a esta actividad.

 

La forma de la ciudad es concéntrica y es atravesada de este a oeste por la autovía E-18 (Estocolmo-Gotemburgo) lo permite una corta distancia entre los suburbios y el centro. La red de carril bici es muy extensa contabilizándose casi 300km. Están compuestos principalmente de carriles separados de la vía automovilística a lo largo de lo cual los usuarios recorrer pueden largas distancias de un extremo a otro. Se identifican 8 parques o zonas verdes afianzadas situadas en la ciudad como son el Jardín Botánico, el Djäknebergets, La Fuente Master; Rudbeck Park; Parque de la Ciudad (parque de la Ciudad en Västerås central); Tessinparken; Utanbyparken (Un pequeño parque con plantaciones perennes); y el Vasa Park.

 

 

Es una de las ciudades más antiguas de Suecia y del norte de Europa. Su nombre proviene de Västra Aros (literalmente, «desembocadura del oeste»), que se refiere a la parte occidental del estuario del Svartån («El río Negro» en sueco). La región ha estado poblada desde la era vikinga. En el siglo XI era ya la segunda ciudad más grande de Suecia, llegando a tener un arzobispado en el siglo XII. 

 

Posteriormente se construyeron una catedral y un monasterio. Durante el reinado de Gustavo Vasa se amplió el castillo de Västerås para que sirviera de sede de una fuerte guarnición militar. Durante su época, la ciudad fue también residencia real y lugar de deliberación del parlamento sueco («Riksdag»). El primer escudo de armas de la ciudad data de fines del siglo XIII.